PABLO
Era muy tarde. Ya
no quedaba nadie en la pista de baile. Pensé que ya nadie vendría, y decidí
irme a casa. Estaba agotado. En unos pocos días estaría de vacaciones. Por fin
podría descansar. Menos mal, que la semana después de Semana Santa, un chico
ocupaba mi puesto y eso significaba, una semana más de mis merecidas
vacaciones. El bar iba a estar en obras estas semanas, o sea que tampoco
tendría que levantarme a no sé qué hora de la mañana para limpiar las mesas de
la terraza de los excrementos de los pájaros.
Yendo hacia casa,
Jorge y yo vimos dos chicos peleándose. Decidimos intervenir. Jorge y yo
estabamos bastante fuertes, sin intención de chulearse. Los chicos eran mas o
menos de mi edad. Había unas cuantas botellas tiradas por el suelo. Cuando me
di cuenta, le cogí del brazo a Jorge que se estaba dirigiendo a ellos.
-Jorge, quieto.
Han bebido, ¿ves las botellas? Pueden hacernos mucho daño si cogen una botella
rota y nos dan con ella. Sinceramente, no quiero pasarme las dos semanas de
vacaciones en un hospital o con una venda alrededor de la cabeza o cualquier
otro lugar que no quiero ni imaginarme.- Le hice razonar.
-Bueno… ¿Y si
les pasa algo?- me preguntó Jorge dándose la vuelta y soltándose de mi.
-Será su
problema. Yo les ayudaría si fuera de día, de noche no quiero arriesgarme como
la última vez, además tampoco quiero entrometerme en una pelea cada cinco
minutos. No sé si me entiendes.
Hace unas
semanas, Jorge y yo nos entrometimos en una pelea. Unos chicos se estaban peleando. Jorge gritó. Yo me agaché, pero
enseguida un puño chocó contra mi espalda. Por poco quedo hospitalizado.
Acabamos con varios puñetazos y sentados en comisaría.
Las pocas farolas
que había en la calle no iluminaban mucho. Los chicos seguían peleándose, pero
Jorge y yo seguimos nuestro camino. Por detrás oimos un golpe seco. Y nada más.
Unas pisadas y otro golpe seco. Nos dimos la vuelta. Uno había caído y empezaba
a escupir y vomitar sangre. Otro, al parecer el que tumbó al anterior, cayó
rendido a los pocos pasos. Me estremecí.
Llegamos a casa
bastante tarde, como siempre. Encendí la televisión y me puse a jugar con la
playstation mientras que Jorge preparaba unos bocadillos. Se me unió enseguida.
Estuvimos jugando casi toda la noche, como niños pequeños. Saltamos en el sofá, y menos mal que mi madre no estaba, sino, un buen jaleo despertaría toda la
casa.
Heello! Bueno, como veréis, se van contando las vidas de Pablo y Lorena. Sé que es difícil de acordarse de la primera descripción de Pablo y tal... Por éso, os dejo en un ladito, lo que se dice de Pablo y lo de Lorena. Además, así tenéis que esperar un poco más para saber qué le pasa a Lorena y etc. jajajaja ;)
Y respondiendo a algun que otro comentario:
MeriiXún: Bueno, a lo mejor si que es un poco fuerte que Lorena se fuera de casa, pero bueno... La edad del pavo es así jajaja :p Además, cuando la vayas descubriendo verás el por qué de aquel arrebato. :)
Muchos besos,
Muchos besos,
Carmeeen.
3 comentarios:
La verdad es que me parece bien que no se encuentren ya Pablo y Lore, porque así nos explicas un poco su vida y tal, antes de que se encuentren ellos dos y, seguramente, se enamoren. Es que en casi todas las novelas (incluida la mía), empiezan por enamorarse y eso ya cansa un poco. Y ahora estarás pensando: Bien, Paula, bien, estás diciendo que el tema de tu novela cansa un poco. Pues sí, la verdad es que sí. Soy así, edición limitada.
Bueno, que me voy por las ramas (como siempre, xd). Muchísimos besos, Carmen. Y muchísimas, pero muchísimas gracias por leerte mi historia desde el principio, buafs, ¡eres la mejor! ^.^
Gracias por escribir en mi entrada. No dejes de pasar por mi blog. Te mando un beso grande!
creo que pablo y jorge han hecho bien en no intervenir, han sido prudentes y eso esta bien!
un beso"
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